PR-CV 316 - Sender del Piló de la Creu

DATOS DE LA EXCURSIÓN
Fecha: Sábado 23 Mayo 2009
Senderistas: 2 (Blanca y Jose M.)
Lugar de inicio: Les Useres
Hora de inicio: 10.40h
Tiempo en movimiento: 2h47min (Total: 4h)
Distancia recorrida: 12.3 km
Velocidad media en mov.: 4.4 km/h
Altura máxima: 737 m
Ascenso total: 433 m
Dificultad: Media
Tracks: Descargar PRCV 316
Recorrido: Les Useres (Oeste) - Desvío GR33 - Barranco de la Sabatera - Mas del Gat - Pista - Mas de Parranda - Desvio - Masies de Les Arteses - Desvio Piló de la Creu - Piló de la Creu - Senda - Mas de Bondia - Font del Maestre - Mas de Palanques - La Fogasseta - Carretera CV-165 - Font de la Presola - Cementerio - Les Useres (Este)

MAPA DE LA RUTA

PERFIL DE LA RUTA

Descripción de la ruta:
En esta ocasión hemos escogido esta ruta para comprobar, in situ, el estado en que se encuentra este bello paraje tras ser devorado por las llamas en un terrible incendio hace dos años. A grandes rasgos, todavía pueden observarse los efectos del fuego, aunque poco a poco se atisba un inicio de recuperación, inicialmente limitado al crecimiento de arbusto y vegetación oportunista. La senda es bonita, pero el paisaje en algunos casos resulta bastante desolador. La ruta permite contemplar numerosas masías y casas de campo, casi todas ellas en un magnífico estado de conservación exterior.

La ruta comienza casi saliendo del pueblo de Les Useres en dirección a Costur. El panel explicativo de la ruta se encuentra en un camino asfaltado que sale a mano derecha, en un paso de peatones, tras dejar atrás la Calle de Los Olivos y justo antes del cartel que indica que abandonamos el pueblo por la carretera CV-165. Aquí podemos encontrar una explicación sobre el Camí dels Pelegrins, y del GR-33, que también pasa por aquí.

Sobre el Camí dels Pelegrins, transcribo la información que podemos encontrar en el panel:

La existencia de este camino se debe als Pelegrins de Les Useres, peregrinación de penitencia en la que participan 13 hombres de la localidad, en un silencio sólo roto por los cantos litúrgicos pregegorianos en latín, recorre las montañas entre Les Useres y el ermitorio de Sant Joan de Penyagolosa el último viernes de abril ininterrumpidamente desde el s. XIV, para pedir por lluvia, salud y paz para el pueblo. Acompañados de una comitiva de cantores, el cura, representante del Ayuntamiento, el depositari, les promeses y les carregues, recorren en una peregrinación penitencial y vestidos con sombrero negro, casacas azules y barba, las montañas de Les Useres, Llucena, Xodos y Vistabella, pernoctando en el ermitorio de Sant Joan y regresando hacia Les Useres a la mañana siguiente. La sobriedad y el misticismo de esta tradición conservada por el pueblo de Les Useres, aúna a la comarca rindiendo culto en numerosas ermitas del camino.

Comenzamos por un camino asfaltado, en ascenso, desde el que podemos contemplar cómo nos alejamos del pueblo. Tras unos 350 metros de subida, y justo en un cambio de rasante, tomamos un camino que sale a la izquierda, donde podemos ver un poste señalizador. Las marcas que nos acompañan en un principio son las típicas de PR y también las de GR (rojas y blancas). Ya desde aquí podemos contemplar los efectos del incendio sobre el paisaje de la zona. Seguimos por la pista, entre cultivos de olivos y almendros a la izquierda, y un barranco a la derecha, hasta llegar al desvío del GR. Surge una senda a mano izquierda, que nosotros no tomaremos. De hecho, seguiremos recto y unos pocos metros más adelante, donde la pista gira a la izquierda, tendremos que buscar una senda que nace siguiendo la dirección por la que veníamos. La senda se encuentra a la izquierda de un lavajo, especie de abrevadero para los animales.

Al poco de tomar esta senda veremos una fita y también una marca que nos desvía por otro camino que sale a la derecha. Conviene prestar mucha atención en estos primeros instantes de ruta, dado que aunque está bien señalizada, si no se va pendiente de las marcas y señales, es fácil pasárselas. Enlazaremos con otro camino bien definido que nos llevará en descenso hasta el Barranco de la Sabatera. Hasta aquí, baja vegetación abundante y muy verde, lo que contrasta con la naturaleza muerta de la zona. Cruzamos el barranco, y buscaremos las señales hasta volver a enlazar con una pista clara y ancha, que tomaremos hacia la izquierda. Es posible que pasemos por delante del Mas del Gat, donde encontramos una curiosa imagen.

La pista que tomamos, casi de inmediato, se cruzará con otra pista que cogeremos también en dirección a la izquierda. La señalización por este tramo de pista, en principio asfaltada, consiste en postes bajos señalizadores con los colores del PR. Tras un amago de lluvia, llegamos al Mas de Parranda (2.9km, 40min). A unos 250 metros del mas, dejamos la pista por una senda que surge a mano derecha, en ascenso. Esta senda (pista) nos dejará, tras un buen tramo, en el desvío que hemos de tomar para subir al Piló de la Creu. Hasta aquí, pista cómoda, paisaje rodeado de montañas, con vegetación abundante y muy verde, aunque con árboles calcinados. Pasaremos también por las Masías de Les Arteses y algunas terrazas de cultivo, y no dejaremos en ningún momento la pista principal, siguiendo la señalización, correctamente marcada. Cruzaremos también un barranco antes de llegar al poste señalizador (5.3km, 1h10m).

Desde el poste, tomamos el camino hasta el Piló. Se trata de 800 metros de ascenso, primero moderado, pero desde el momento en que se estrecha la senda, la pendiente se hace un poco más dura. Tras un giro a la derecha, llegamos al Piló de la Creu (6.1km, 1h25m). Aquí el efecto del incendio es, si cabe, más notable. Las panorámicas que podemos contemplar son muy bonitas, y aunque el día no acompañaba, se puede distinguir claramente el Penyagolosa.


Tras tomar una pieza de fruta, descendemos de nuevo hasta el desvío, y seguimos la ruta. A unos 100 metros, vemos como sale un senda a la derecha de la pista que hemos de tomar, haciendo un giro de casi 180 grados, y comenzamos a descender. La senda se vuelve por momentos intransitable y difícil de seguir debido a la cantidad de arbusto que la cubre, con lo que se antoja necesario seguir las marcas. El paseo por esta zona nos acerca, de lleno, a los terribles efectos del incendio. Esta ruta, antes de quemarse la montaña, debía ser una gozada.

Pasado este tramo, la senda vuelve a ser clara y desciende, tras pasar por el Mas de Bondia, hasta la Font del Maestre (8.3km, 1h52m). Cruzamos el barranco, que en seguida volveremos a cruzar (ojo con las marcas), para empezar a ganar altura, y atravesar una terraza de cultivo. Aquí pudimos ver, al otro lado del barranco, un grupo de 6 o 7 cabras salvajes que, ajenas a nuestra presencia, y casi en un ejercicio de funambulismo, recorrían la montaña.


Tras dejar atrás la terraza, llegamos a una pista que tenemos que cruzar. Buscaremos una senda que recorre por la derecha unos campos de cultivo (almendros). De nuevo, prestaremos mucha atención a las marcas, que nos indicarán, básicamente, por dónde no debemos ir. Tras pasar los campos de cultivo llegaremos al Mas de Palanques. Enfrente del mas, bastante grande y muy bien conservado, a la derecha, sale una senda que tendremos que seguir (ojo, no seguimos recto por la senda por la que veníamos).


En el descenso podemos ver, a lo lejos, el pueblo de Les Useres. La senda nos conduce, finalmente, a La Fogasseta (10.4km, 2h22m), justo antes de llegar a la carretera CV-165. El último tramo de la senda discurre en paralelo a una pista bastante ancha. Tras llegar a la carretera, la seguiremos en dirección a Les Useres durante unos 450 metros, donde la dejaremos a mano izquierda en dirección a La Font de La Presola (11.1km, 2h30m). Aquí se dispone de mesas y sillas para almorzar/comer con total tranquilidad.

Tras pasar por la Font, tomamos una senda a la derecha que cruza el rio y gana un poco de altura. Tras un kilómetro de paseo, esta senda nos deja directamente en Les Useres. La entrada al pueblo la haremos, en este caso, por el cementerio y también, ante nuestra sorpresa, por un vertedero. La cuesta que nos conduce al pueblo requiere un último esfuerzo, dada su pendiente. Así, llegamos al pueblo y concluimos la ruta (12.3km, 2h47m).

En resumen, se trata de una ruta que nos introduce, de lleno, en un duro paisaje devastado por un incendio hace un par años. La senda en sí es bonita, y se puede apreciar el lento renacer de la vegetación circundante. La señalización es muy buena, aunque recomiendo prestar atención en todo momento para no pasarse ningún desvío.