Penyal d'Ifac
DATOS DE LA EXCURSIÓN |
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Fecha: Domingo 9 Julio 2006 |
Senderistas: 9 (Jose A., Esther, Mónica, Karsten, Paco R., Amadeu, Jorge, María, Jose M.) |
Lugar de inicio: Calpe (Alicante) |
Hora de inicio: 11.35h |
Duración: 1h36m * |
Dificultad: Media |
Consejos:
Es especialmente importante llevar calzado adecuado. También es recomendable llevar bañador para bañarse en cualquiera de las playas de Calpe (
Descripción de la ruta:
El Penyal d’Ifac se encuentra en Calpe, provincia de Alicante. Para llegar a Calpe hay dos opciones: la carretera nacional N-332, y la autopista de peaje AP-7. Desde Valencia hay que salir por la pista de Silla en dirección a Alicante (por la costa). El viaje por autopista tiene un coste de 7.70 euros (peaje) y una duración aproximada de una hora y cuarto. Se ha de coger la salida 63 hacia Benissa, Calpe. En Benissa hay que tomar la N-332 con dirección Calpe (11 km ).Una vez se llega a Calpe hay que pasar una serie de rotondas, siempre tomando la dirección hacia el Penyal d’Ifac. De todas maneras, dado que el Penyal es visible desde la distancia, siempre se puede intuir el camino a seguir. Al pie del Penyal hay un descampado a mano izquierda donde se puede dejar el coche. El acceso hasta la entrada del Penyal se realiza a través de una camino ancho que transcurre por la cara sur de la roca, desde donde se puede contemplar una bonita panorámica del club náutico.
Tras un breve recorrido, llegamos a la entrada del Penyal, donde se encuentra el área de información. Desde este punto comienza un ascenso, que a tramos está acompañado de pinos a ambos lados del camino, que nos conducirá hasta el túnel. Durante este ascenso se pueden contemplar preciosas vistas de Calpe, de sus playas, y del contraste de los distintos tonos de azules del agua, tanto de la cara norte como de la cara sur del peñón.
Después de unos 15 minutos de ascenso llegamos al túnel. Este túnel atraviesa el peñón de un lado a otro, comunicando el lado norte del peñón con el lado sur. El suelo del mismo es bastante resbaladizo, lo cual unido a la oscuridad que reina en su interior hace que las cuerdas instaladas a ambos lados del túnel sean de utilidad.
Al salir del túnel nos encontramos con otro tramo en el cual nos ayudaremos de unas cuerdas para tener mayor seguridad. Tras media hora de recorrido llegamos al desvío de caminos. Si optamos por seguir recto iremos a un mirador. Si tomamos el camino de la derecha llegaremos a la cima del peñón.
Después de tomar el desvío de la derecha comienza la parte final de la subida. Esta parte es la más delicada, pues las piedras son bastante resbaladizas y hay que extremar las precauciones (sobretodo a la bajada). Quince minutos más de ascenso y coronamos el peñón (332 m). Las vistas que nos ofrece son espectaculares, y hacen que haya valido la pena el esfuerzo.
La primera parte del descenso es peligrosa, y conviene utilizar las manos para agarrarse mejor a las piedras. El resto es deshacer el camino andado. Durante todo el camino nos acompañan en el viaje decenas de gaviotas, que revolotean traviesas buscando un blanco para sus mísiles inofensivos (aunque ciertamente molestos, como bien pudo comprobar algún miembro de la expedición).
Tras un breve recorrido, llegamos a la entrada del Penyal, donde se encuentra el área de información. Desde este punto comienza un ascenso, que a tramos está acompañado de pinos a ambos lados del camino, que nos conducirá hasta el túnel. Durante este ascenso se pueden contemplar preciosas vistas de Calpe, de sus playas, y del contraste de los distintos tonos de azules del agua, tanto de la cara norte como de la cara sur del peñón.
Después de unos 15 minutos de ascenso llegamos al túnel. Este túnel atraviesa el peñón de un lado a otro, comunicando el lado norte del peñón con el lado sur. El suelo del mismo es bastante resbaladizo, lo cual unido a la oscuridad que reina en su interior hace que las cuerdas instaladas a ambos lados del túnel sean de utilidad.
Al salir del túnel nos encontramos con otro tramo en el cual nos ayudaremos de unas cuerdas para tener mayor seguridad. Tras media hora de recorrido llegamos al desvío de caminos. Si optamos por seguir recto iremos a un mirador. Si tomamos el camino de la derecha llegaremos a la cima del peñón.
Después de tomar el desvío de la derecha comienza la parte final de la subida. Esta parte es la más delicada, pues las piedras son bastante resbaladizas y hay que extremar las precauciones (sobretodo a la bajada). Quince minutos más de ascenso y coronamos el peñón (332 m). Las vistas que nos ofrece son espectaculares, y hacen que haya valido la pena el esfuerzo.
La primera parte del descenso es peligrosa, y conviene utilizar las manos para agarrarse mejor a las piedras. El resto es deshacer el camino andado. Durante todo el camino nos acompañan en el viaje decenas de gaviotas, que revolotean traviesas buscando un blanco para sus mísiles inofensivos (aunque ciertamente molestos, como bien pudo comprobar algún miembro de la expedición).
2 comentarios:
Muy bien explicada, grácias. Yo lo he subido 3 veces en los últimos 10 años y es espectacular la vista a pesar de estar solo a poco mas de 300 metros.
Las vista de Altea con Benidorm al fondo son increíbles.
Hola,
Gracias por tu comentario. Efectivamente, las vistas son preciosas. Sorprenden por lo inesperado de las mismas, dada la poca altura a la que nos encontramos.
Un saludo,
Jose
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